miércoles, 7 de diciembre de 2011

SENTIR PROFUNDO

El flamenco es  un arte que surge de la necesidad de expresar sentimientos muy profundos, a veces muy tristes, otras alegres, también ilusiones, pensamientos y cosas ligeras, aunque su esencia tiene más que ver con la posibilidad de hacer música, poesía y baile del dolor, la persecución, el hambre, la soledad, el encierro y la muerte.
Es una maravillosa manera de sublimar el dolor.
El flamenco se remonta a tiempos desconocidos, ya que los primeros registros históricos son de fines del siglo 18.
Pero a ciencia cierta se desconoce tanto el origen de su nombre como de la fecha de su nacimiento.
Lo que sí sabemos es que nace de una mezcla de culturas que habitaban el sur de España, Andalucía.
 Los campesinos andaluces, la influencia de  árabes -que estuvieron 800 años habitando España, gracias a alá!-  judíos,  la música de Persia y Bizancio.
 Pero el flamenco es imposible de pensar sin los gitanos, provenientes del norte de la India.
Ellos le dieron su carácter, su alma, su esencia y su compás.
Algunos flamencólogos piensan que, lo que hizo que estos pueblos tan cerrados y endogámicos se pusieran a cocinar este arte fue la persecución y el miedo.
Hipótesis harto probable ya que los reyes católicos y sus seguidores intentaron cargarse con todo, Latinoamérica incluida.
Pero la cultura gitana es muy fuerte.
 Amantes de la libertad, poco amigos de la propiedad privada y desconocedores de la guerra, este pueblo fue uno de los más hostigados de la humanidad y creadores de uno de las artes más bellas, complejas y expresivas del mundo.
Para nosotros, los payos, como nos llaman los gitanos a los que no lo somos, y más aun para los que no nacimos en España, es un arte cargado de exotismo y misterio.
Su fuerza, intensidad, su sentir desgarrado es absolutamente arrollador.
Su riqueza musical y su origen de mezclas étnicas hacen que siga recibiendo influencias-del jazz, la salsa, el blues, la música clásica, el tango, etc.- y cambios sin perder su esencia más profunda.
Para los que no pertenecemos a esa cultura nos brinda la maravillosa posibilidad de conectarnos con el ritmo,  el compás y de poder expresar una gama enorme de sentimientos debido a que hay tantos ritmos diversos que casi todas las emociones del alma humana quedan reflejadas en su música.
Nos brinda la preciosa posibilidad de andar orgullosos por la vida sólo por ser quienes somos, de andar plantados, con los pies con raíces y las manos  queriendo tocar el cielo.
Y no importa si somos rubios, morenos, mujeres, hombres,  bajos, altos, gordos o flacos, jóvenes o viejos…el flamenco nos da la increíble posibilidad de ser nosotros mismos. Es la exaltación del yo absolutamente imposible sin el grupo- sin la tribu-

Uno mismo. Julio.2009*alejandrakogan